AMIGOS DEL ALMA

jueves, 26 de febrero de 2009

NIEBLA


Te creo, Señor,

creo por la fe que es mi armadura,

mi alimento, mi sed no colmada.

Pero quiero sentirte

como siento otros amores.

Rompe la muralla,

atraviesa mi fortaleza
si yo la he levantado.

Otra vez la niebla, Señor,

¿Por qué a estas alturas,

todo se vuelve obscuro?

A mí que desde la infancia

te tuve tan cercano,

¿Por qué de este modo me tienes?

Ahora que más te necesito.

Ahora que...

necesito verte, agarrarme a Tí,

tocarte que me toques,

sentirme Cananea,

por Tí tocada, sujeta,

por Tí amarrada.

26 de Febrero de 2009, Madrid

martes, 24 de febrero de 2009


En este desparrame de mi alma hacia fuera, yo que antes era tan reservada, no sé si hago bien. Darlo todo, abrir el alma y el corazón de esta manera que estoy haciendo, dudo a veces, Señor, si es eso lo que Tú quieres de mí. Jesús mío ¿Queda algo entre Tú y yo que no haya contado?


Dime si quieres que calle, que sea más prudente, que me reserve como antes. Ya no sé donde está el límite cuando me hablas, entre lo que es sólo para mí y lo que debo transmitir. Ayúdame Señor y Dios mío para que vea, para que pondere como nuestra Madre, o calle segun Tu Voluntad. Tu Voluntad que quiero cumplir y amar sobre todas las cosas.


¿Dónde está el límite entre lo que debe quedar oculto y lo que se debe exponer encima del celemín? Ilumíname y ayúdame para que haga sólo lo que Tú, mi Señor, esperas de mí.

jueves, 19 de febrero de 2009


Qué duro se hace a veces el camino, Señor. No vengo a quejarme, ¡pero que duro!. ¿Es la dureza lo que certifica la certeza? Ya no sé nada, Señor, tantos años en el mismo sitio, sin avanzar...Como esos sueños en que alguien te persigue y corres, corres hasta el agotamiento, luchando con los tropiezos, con el aire que escasea en los pulmones, con la maleza y tus pies permanecen siempre en el mismo sitio. Te alcanzan, te van a tocar y despiertas... ¿Será así la llegada a la meta?, correr, correr, no avanzar y... despertar. ¿Será este largo y abrupto camino sólo un mal sueño del que aún no he despertado?


Abre ya mis ojos, frótalos con tu saliva y con el barro; este sueño es un mal sueño, ya no me gusta, estoy cansada de correr y no llegar.


No me digas que te mire, mis ojos están cerrados. Te veo en el fondo de su obscuridad, veo algo pesado y duro sobre tus hombros, veo tu rostro desencajado y un hilillo de sangre que llega hasta tus labios. Tú no corres, avanzas con lentitud y caes a tierra. te pones en pie y prosigues tu marcha lenta hasta el Calvario.Lenta, pero Tú avanzas, Señor y llegas, sin prisas porque los tiempos tienen que ser cumplidos y llegas... Yo no, sigo en el mismo lugar donde comenzó mi sueño, unas veces al borde del precipicio, otras a punto de agarrarme el mal...¡Despiértame, despiértame yaaaa!

martes, 17 de febrero de 2009

INTROIBO AD ALTÁRE DEI


AL DIOS QUE LLENA DE ALEGRÍA MI JUVENTUD


Me acercaré a tu altar, Señor,
con la palma entre mis manos,
junto a mi pecho el laurel
para ofrecerte en plegária
restos. Señor, de mi fe.
Saldos , Señor, de alegría
que entre sollozos hallé.



Pon Tú las manos abiertas,
estoy Jesús ante tí,
el corazón ya no pesa
ni fuego arde ya en él,
pero quemada en cenizas,
he descubierto que es
aquella juventud perdida,
la que hoy te vuelvo a traer

Militos___20 de octubre de 1978

sábado, 14 de febrero de 2009

ENCUENTRO


En 1978 me encontré con el Opus Dei, o mejor dicho el Señor se hizo el encontradizo conmigo en el Opus Dei. Yo tenía cuarenta años y nueve hijos, la décima fue el regalo de Dios, siendo ya Opus Dei. He de reconocer que siempre he tenido un trato cercano con Dios desde que era una niña, a veces rayando en misticismo, con altos y bajos, pero mi llegada a esta Obra de Dios coincidió con la época de mayor turbulencia familiar. Por eso, cuando me levanto cada día, doy gracias a Dios por mi vocación de Opus Dei porque tengo la certeza de que sin la fuerza, el cariño y la alegría que encontré ahí, no hubiera podido superar algunos sucesos dramáticos por los que tuve que pasar.


Hoy encontré unas hojas escritas en la primera convivencia que realicé en una casa llamada Los Rosales, situada en Villaviciosa de Odon.




Señor, un paisaje como éste es el que, en mi adolescencia y juventud me acercaba a Tí, hacía latir mi corazón y llenaba mis ojos de lágrimas. Era mi natural romántico y sentimental (por el que te doy gracias Señor porque me gusta) que se llenaba de tu grandeza. Pero me quedaba ahí, no era capaz de sacar de ello un propósito concreto, una norma para mejorar mi vida y mi unión contigo. Hoy Señor, en esta tarde del 2 de febrero, en la fiesta de tu Presentación en el Templo y Purificación de María, fiesta entrañable para mí por el recuerdo de mi madre (su nombre era Puri) ; en este atardecer entre los árboles, la puesta del sol que sólo entreveo y reconozco por el tono del cielo, también mi natural romántico y sentimental me está haciendo llorar, pero ahora soy del Opus Dei y sé que detrás de esto hay mucho más.




Estás Tú, Señor, que te acercas a mí de modo inesperado ¿Qué quieres Señor? ¿Qué debo darte, para lo mucho que me estás Tú dando con este encuentro? ¿Qué quieres Padre mío? Ya sé que es mi santidad personal, pero ¿cómo, en qué forma concreta, en qué propósito, en qué entrega determinada? Si lo quieres todo de mí ¿por qué es tan difícil dártelo así, entero, todo? ¿Por qué hay que recurrir a la lista de mortificaciones, a un propósito, dos o tres? ¿Hasta cuando, Señor, has de conformarte con esto de mí? ¿Sólo con esto?



¿Hasta la muerte, Señor, hasta ese momento en que me desarraigues de esta naturaleza mía, miserable, pobre y tacaña, por muy sentimental, romántica o llorona que Tú la hayas hecho?

No me faltes mi Dios, Creador y Conservador de toda esta maravilla de tierra. No me faltes, Padre mío, para que me mantenga en esta pobretona lista de ofrecimientos, o mejor dicho de intentos de ofrecimientos.

¡Gratias tibi Deus! por este momento.

miércoles, 11 de febrero de 2009

LAS MADRES TAMBIÉN LLORAN

La Piedad de Rubens


Para tí, a quien tanto amo

Esta noche quisiera romper
con suavidad, con lágrimas
tu corazón de piedra.
Abrirlo de medio a medio
y las palabras no oidas
hacerlas en él un hueco.
Romper y taladrar
la imagen que llevas dentro,
la indiferencia forzada,
la máscara de hierro,
el rencor y las palabras
las no dichas, las calladas,
las que de niño te enseñé
y las que fuiste perdiendo.

Esta noche por tí
y no por mí, te quiero.
Y quiero llegar tan hondo
al amor que hecho dolor.
en las entrañas
y en el hueco, tú
si olvidaste de mí
con el llanto de un silencio.

Ya es la hora y el día,
hora de mi llanto muerto
sólo mis lágrimas se abren
para abrazarte
en tu callado vivir,
lejos del latir que te dí
dentro de mi propio cuerpo.
Ya es la hora, se hace tarde,
no aguardes para volver
a llorar tú sólo por mí

Militos, 11 de febrero de 2009.
Nuestra Señora de Lourdes

lunes, 9 de febrero de 2009

UN AMANECER



Jesús mío, tengo unas ganas horribles de irme a dormir, pero hoy me quedaré a estudiar por Ti, mi amor. Por aquella obscura noche de tu agonía en el Huerto, te ofrezco hoy mi pequeña agonía de estudio. Ya está bien que cada cosa te la ofrezca por alguien, esta noche es exclusivamnete tuya. Concédeme, Señor, la perseverancia que necesito para llegar al final. Este es mi último examen y antes de que el curso concluya quiero agradecerte la inmensa ayuda que me has prestado. ¡Gracias, Dios mío! pero qué requetebién te has portado; gracias, yo voy a corresponder en la medida que pueda. Amor que llenas mi existencia. Señor, voy a hacer de tu vida la mía para que ésta no deje un sólo instante de ser tuya, como la de él y la de ellos, todos esos hijos que Julio y yo deseamos tener. Como las vidas de los míos y los no míos que yo en esta noche vengo a ofrecerte en nombre de todos.


Me asomé al balcón y pude sorprender cómo unas nubes a penas perceptibles en la lejanía retiraban, casi en volandas, a la luna, mientras el sol, también entre nubes venía acercándose a la tierra. A medida que aquellas desaparecían aumentaba la visibilidad y con ella el manto obscuro de la noche se transformaba en azul. El cielo comenzaba a vestir su uniforme de Mayo. De pronto, cuando mi imaginación andariega se hallaba lejos del instante actual y mis ojos miraban sin ver, un resplandor magnífico y repentino abrió paso al Sol. ¡Qué grandeza, Señor, la del momento; cómo de grande debes ser Tú que lo has hecho posible.. Mi corazón se doblega ante el Astro para que por él mi adoración llegue hasta Tí. Inepta soy para comprender tu inmensidad, pero creo en ella y la amo. Creo en tu amor y te amo.


Gracias mi Dios, por haber permitido que mi alma se adueñase, al quedarme a estudiar, de este amanecer. Ya puedo entregarme al sueño, no me intimidan las sombras. El sol, desde su trono, ha comenzado a presidir la vida en la tierra.

Escrito en la calle O'Donnell, de Madrid, el 25 de mayo de 1956

sábado, 7 de febrero de 2009

EL RONZAL


Señor, los que me diste,
en las entrañas ligeros,
Cómo al subir el camino
en carga se van convirtiendo.

Al amanecer los quise
porque Tú quisiste
y fueron en mi vientre
más que nueva vida,
pero en llegando
a la cercana esquina,
el miedo a no llegar
de rudo peso los reviste.


Paso a paso...
Uno a uno...
si eres Tú quien tira conmigo
del áspero ronzal.

Militos, escrito en Madrid en 1978

viernes, 6 de febrero de 2009

NOSTALGIA

Esta noche la tristeza me la he buscado yo solita. No se me ha ocurrido otra cosa que leer el librito que compré en la Cartuja de Valldemosa, en el viaje de novios a Mallorca,
Mañana ya habré salido de este ataque de nostalgia en que me veo envuelta. Nostalgia por mí y por el propio Chopin que habiendo compuesto las baladas y los preludios más bellos de su obra en aquel lugar, sin embargo fue tremendamente desgraciado en ese paraje, para mí paradísiaco. Es verdad que la enfermedad se le recrudeció en Valldemosa y los vómitos de sangre fueron dramáticos, pero lo que más le atormentaba era la escasez de comodidades y hasta de alimentos. Su espíritu refinado, nunca bohemio, no podía soportarlo.

Zimerman___Balada No. 2, Chopin